Tideland (2005)



Descrita por Terry Gilliam como "el punto de encuentro entre Alicia en el país de las maravillas y Psicosis", Tideland es una historia que explora la capacidad de supervivencia de una niña en circunstancias insólitas.
Jeliza-Rose es una niña que se encuentra en una situación muy poco corriente: sus padres son drogadictos. Cuando su madre muere, se embarca en un extraño viaje con su padre, Noah, un roquero desfasado.
La película salta de la realidad a la fantasía, pues Jeliza-Rose escapa de la inmensa soledad de su nueva casa y entra en un mundo que existe en su imaginación. En este mundo las luciérnagas tienen nombres, los hombres de barro despiertan al anochecer y las ardillas hablan. Sus confidentes son las cabezas de cuatro muñecas, separadas de sus cuerpos hace mucho tiempo, hasta que conoce a Dickens, un joven con la mente de un niño de diez años. Vestido con un traje de natación, se pasa el día escondido en una destartalada cabaña que hace las veces de submarino mientras espera el momento de cazar al monstruoso tiburón que vive en la vía del tren. También está la hermana mayor de éste, Dell, una esbelta figura espectral vestida de negro que se oculta tras una malla de apicultor.
Optimista y a la vez surrealista, graciosa y a la vez tenebrosa... Tideland es un homenaje al poder de la imaginación infantil.