Nunca me aveciné a ver más allá de los razonamientos lógicos, de la madurez, de lo correcto. Nunca creí encontrar mi parte complementaria. Ese diluyente que siempre desee, que nunca imaginé poder tener. Ahora comprendo que todo lo que uno anhela llega tarde o temprano, y lo que es mejor, sin previo aviso..
No comprendo la razón de tu llegada, pero tampoco quiero pensar en la razón de tu partida. Quiero vivirte ahora, como algún sueño profundo donde tu presencia es interminable. Soy de pocas palabras porque a veces no encuentro las indicadas para hacerme entender. Pero no quiero que me entiendas, solo quiero que me dejes ser parte de esto.
Las ganas se hacen cada vez más fuertes y la espera cada vez más densa. No quiero apresurar las cosas, quiero que cada segundo sea perfecto. Algo dentro tuyo aflora mi necesidad de tenerte. No es posesión, es solo algo inexplicable. Jamas había plasmado un deseo en simples palabras, ni tampoco me ha interesado ser tan melosa, es solo que tu sola presencia me envía a lo más profundo de una fosa llena de placeres y alegrías nunca antes experimentadas.
Está bien, gracias.